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El recuerdo de los soldados que combatieron en Malvinas
El 2 de abril de
1982, tropas argentinas inician la ocupación de las islas Malvinas,
dominadas durante siglo y medio por el Reino Unido. Aquí, el recuerdo a
los caídos, para no olvidar.El 2 de abril de 1982, hace 29 años, en lo que se denominó
"Operación Rosario", un grupo de tropas de élite de la Armada Argentina
desembarcó y tomó el control de las Islas Malvinas, que sólo duró
setenta y cuatro días, pero que abrió las puertas de la democracia. Este
fue un último intento del régimen militar de revitalizarse ante el
desastre económico y social generado por el proyecto instaurado en 1976,
y frente a las denuncias de violaciones a los derechos humanos que se
hacían escuchar en el exterior. La
guerra le costó la vida a 649 personas -entre ellos oficiales,
suboficiales y jóvenes de 18 años que cumplían el servicio militar-, y
mutilaciones y heridas a casi 1.300, además de secuelas psicológicas que
llevaron al suicidio a más de 350 ex combatientes. La
madrugada de aquel 2 de abril sacudió al país con una noticia
impactante. Las Malvinas habían sido recuperadas en una operación
relámpago ejecutada por comandos anfibios de la Marina. La
"Operación Rosario", bautizada así en honor a la Virgen del Rosario,
comenzó el 28 de marzo cuando se embarcaron en la base Naval de Puerto
Belgrano las fuerzas militares cuya misión era recuperar las Malvinas.A
las 21 horas del 1 de abril, el buque ARA Santísima Trinidad detuvo su
marcha en la boca occidental de Bahía Enriqueta. Allí comenzó la
maniobra de arriado de los 21 botes neumáticos, que transportaban a los
comandos anfibios y buzos tácticos hacia la costa. En
la madrugada del 2 de abril, y ya en suelo malvinense, el destacamento
se dividió en dos grupos: el más numeroso, al mando del capitán
Guillermo Sánchez Sabarots, comenzó una larga marcha hacia el cuartel de
los Royals Marines en Moody Brook; el segundo, liderado por el capitán
Pedro Giachino, buscó la casa del gobernador Rex Hunt. El
equipo de Sanchez Sabarots llegó a Moody Brook y confirmó que estaba
desocupado. Poco después comenzaron los disparos en Puerto Argentino:
eran Giachino y sus hombres que rodeaban la casa del gobernador. Tras
varias negativas de Hunt de abandonar el lugar y luego de varias ráfagas
de ametralladora de los marinos argentinos, el gobernador británico
aceptó hablar con el jefe de las fuerzas argentinas, el contraalmirante
Carlos Busser. Hunt
se negó a darle la mano a Busser y le preguntó por qué tomaban las
islas, ante lo cual el militar argentino respondió: "desembarcamos en la
misma forma en que ustedes lo hicieron en 1833, y mis órdenes son
desalojarlo a usted y a las tropas británicas para restituir el
territorio a la soberanía argentina". El gobernador británico ordenaba
la rendición de las tropas inglesas: eran las 9.15 del 2 de abril de
1982. La
"Operación Rosario" había terminado en una victoria y las islas
Malvinas volvían a la soberanía argentina luego de 150 años de
usurpación. Luego vino la "verdadera" guerra, que comenzó el 1 de mayo
con un bombardeo aéreo inglés al aeropuerto de Puerto Argentino y la
inmediata réplica de la Fuerza Aérea nacional, que hacía su histórico
bautismo de fuego. El
2 de mayo, el submarino nuclear Conqueror hundió, fuera del área de
exclusión, al buque crucero General Belgrano: murieron 323 marinos
argentinos, de los 1.093 hombres que iban a bordo de este barco insignia
de la Armada Argentina, hecho que es considerado un crimen de guerra. Dos días más tarde, los argentinos hundían al destructor ingles Sheffield, con aviones Super-Etendard cargados con misiles Exocet. Setenta
y cuatro días después de aquel 2 de abril, en medio de hostilidades y
combates en el frente externo, y de la crueldad del clima de las islas,
del hambre, de la violencia de buena parte de los mandos, de la
imprevisión y de los obsoletos recursos armamentísticos, en el frente
interno, las tropas argentinas se rindieron ante las británicas. La
derrota produjo la renuncia del dictador Leopoldo Galtieri, reemplazado
por Reynaldo Bignone, quien se vio obligado a desempolvar las urnas y
convocar a elecciones para el 30 de octubre de 1983 para elegir al
primer presidente democrático luego de siete años de atroz y genocida
dictadura. El recuerdo a los caidos, para no olvidar